viernes, 28 de noviembre de 2014

El estado de la luz


Cada mañana miro el estado de la luz. Solo pinto con luz natural, nunca con luz eléctrica, solo con la que cambia con los movimientos del cielo, ondula, da visos y organiza el cuadro.
Siempre empiezo un cuadro rezando, un acto ritual que me da la posibilidad de atravesar, de salir de mí mismo.Estoy convencido de que la pintura es un modo de oración, un camino para llegar a Dios.
A veces me he echado a llorar ante la dificultad del cuadro, la de no poder atravesar como es debido, y entonces oí una voz divina, como una gracia que me era concedida, que me decía interiormente:''mantente firme, resiste'', como en el libreto de la flauta mágica. Todas las veces me ha parecido oír esas palabras que ayuden a avanzar, a seguir. Que señalan el camino hasta el final de la vida.

Ensayo.Memorias - Balthus

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