En la primavera de mi tiempo
aqui arriba , en el norte, al lado del mar
tuve suerte porque caminando sobre el viento
conoci a una chica muy especial.
Tenia los ojos repletos de vida
y volaban sus manos al hablar
Al alba soñaba mirando la Bahia
y en la noche seguia soñando con el mar.
Luego me encontré con su pamela
y su enorme ganas de vivir
su corazón único ,de dulce canela
su pasión por ir , venir y descubrir.
Subía a los elefantes sin desgana
tiraba del carrito en las cuestas de Madras
hablaba gallego en la Toscana
y nos mantenía a todos cercanos y en paz.
Yo quedé fascinada por tales prodigios
y un dia , al despertar , mientras desayunaba
comprendi que ella era uno de esos caprichos
que la magia de la vida alguna vez te regalaba.
Los enfermos , los débiles y los tristes
los hombres, las mujeres y el mar
todos los que la tuvimos cerca algún viernes
la hemos amado desde entonces sin parar.
Porque ella fue , es y será :
Una chica muy especial.
A Melisa Fernández , amiga del alma
Texto : Mercedes Castro Mouzo
Acuarela : Donatienne