Tener presentes a las personas que se van todos los días. Pararme, estar con ellas desde mi lugar, estar con su miedo, su sufrimiento al irse solas. Rezar.
Imaginar que vamos a morir es una cosa.
Estar confrontado a su propia desaparición inminente y quedarse tranquilo, presente, en calma en este instante es otra.
Conocer ~ en mi ~ anicca, impermanencia, saber que la muerte puede llegar en cualquier momento.
Eso no hace mal a mi existencia.
El echo de prepararme a mi propia desaparición no quita nada de la cualidad de vida.
Al contrario, me hace agradecer y valorar cada instante.
Crece la Gratitud en mi.
Corazones encontrados , para todos los que se han ido, con infinito amor.
Para sus familias del mundo entero.
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