[...] Se dice que un bodhisatta, en el curso de su largo entrenamiento durante múltiples vidas en pos de la iluminación, puede romper todos los preceptos morales exepto el voto de decir la verdad. La razón de esto es muy profunda y revela que el compromiso con la verdad tiene un significado que trasciende el dominio del conocimiento y el ser. La palabra veraz establece un paralelo en la esfera del entendimiento privado. Ambos son, respectivamente, las modalidades externa e interna del mismo compromiso con lo que es real.
La sabiduria consiste en la realización de la verdad, y la verdad (sacca) no es simplemente una proposición verbal, sino la naturaleza de las cosas tal y como son. Para realizar la verdad, todo nuestro ser tiene que estar acorde con la realidad, con las cosas tal y como son cuando nos comunicamos con los demás, diciendo la verdad. La veracidad establece una correspondencia entre nuestro ser interior y la naturaleza real de los fenómenos, permitiendo que la sabiduría surja y desentrañe su verdadera naturaleza. La devoción a la palabra veraz es mucho más que un principio ético, es una cuestión de sentar cátedra sobre la realidad y no sobre la ilusión, sobre la verdad comprendida con sabiduría y no sobre las fantasías tejidas por el deseo.[...]
Texto: "La esencia del budismo", Bhikkhu Boddhi
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